El apto físico es un acto de responsabilidad médica. Es por ello que el pediatra, especialmente cuando no conoce desde el nacimiento a su paciente y ante determinadas circunstancias, debe examinarlo clínicamente y luego solicitar una serie de estudios que aseguren que se encuentra en condiciones de realizar actividad física.
El primer paso es hacer un interrogatorio para obtener los datos de los antecedentes del niño y de sus padres, haciendo especial hincapié en las enfermedades que pueden padecer o haber padecido. Se consulta, por ejemplo, por traumatismos previos, cirugías y enfermedades crónicas como epilepsia, patologías tiroideas, escoliosis, miopía u otras patologías de la visión, asma y cardiopatías, entre otras. Por ese motivo, es importante que no se omita ningún tipo de información. Cabe destacar que si el paciente tiene un antecedente pero cuenta con control de la especialidad y recibe tratamiento adecuado, esto no generará dificultades para entregarle el apto. Acto seguido, se solicitará el carnet de vacunas. Las mismas deben estar completas, para garantizar su protección ante muchas enfermedades. En caso que falte alguna, el médico indicará su aplicación. Luego, sigue el examen físico. Durante el mismo, se controlan peso, talla y tensión arterial. Este paso es sumamente importante, ya que es aquí donde se detectan -entre otras cosas- algunas patologías como tales como escoliosis, soplos cardiacos, diabetes o hipertensión arterial. Esto no necesariamente significa que dicho signo físico sea sinónimo de enfermedad, pero sirve para enviar al niño al especialista y hacer una consulta a tiempo. La evaluación se completa con valoración cardiológica, oftalmológica, odontológica y auditiva (esta última se realiza especialmente cuando ingresan a preescolar).
El médico evaluará también, la posibilidad de solicitar a su hijo una valoración cardiológica. En especial si es púber o adolescente y si hace algún deporte de tipo competitivo, como por ejemplo fútbol o hockey. Como en la escuela secundaria la actividad física es más intensa que en la primaria, también se solicita dicha evaluación. Este análisis es realizado exclusivamente por un cardiólogo que, en base a los resultados, evaluará la necesidad de realizar otros complementarios como pueden ser una ergometría, un ecocardiograma o un holter.
En Swiss Medical Center se ha organizado un circuito especial para estos exámenes, dedicado a niños entre 5 y 15 años con la finalidad de agilizar la generación del apto físico en un plazo de dos horas. El mismo consiste en la realización de consultas en las especialidades de Cardiología, Oftalmología, Odontología y Otorrinolaringología (audiometría), para luego reunirse con el pediatra que, con todos los datos y los resultados adecuados, podrá extender el certificado. Es importante destacar que esta evaluación es una excelente oportunidad para la atención, detección y control de enfermedades del niño, por lo que se recomienda realizarla cada año.
Dra. Sandra Godfrid
Médica Pediatra
MN 82.956
Swiss Medical Center