Durante el primer año de vida de tu bebé habrá un momento en que tendrás que incorporar la alimentación complementaria, ese es el momento que muchos llaman “el destete”.
Según la Organizacioeacuten Mundial de la Salud, “todos los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna (o leche maternizada) desde el nacimiento hasta los 6 meses. Luego deberían seguir siendo amamantados, recibiendo además alimentos complementarios apropiados y en cantidades suficientes hasta los dos años de vida”.
A medida que el lactante crece necesitará cada vez mayores cantidades de leche para mantener su crecimiento. Los seis meses de vida es un momento oportuno para introducir la alimentación complementaria, ya que es cuando el niño alcanza un adecuado desarrollo de sus funciones digestivas, renales y neurológicas.
Hay niños que necesitan comenzar antes o después de los 6 meses, una de las forma de darse cuenta cuando es el momento oportuno de comenzar a darle papillas a su hijo; es cuando su bebé comienza a cambiar sus hábitos alimentarios. Puede demostrárselo pidiendo más leche o si ya dormía toda la noche comienza de pronto a despertarse para una toma nocturna extra.
No hay una respuesta única a esta pregunta, ya que depende de cada niño, es esperable al principio que coman muy poco, pongan caras graciosas al comenzar a saborear y se manchen mucho. Las primeras semanas serán de aprendizaje, por lo que él bebe continuará alimentándose principalmente con leche. Tenga paciencia y disfrute este momento junto a su hijo.
El momento “ideal” para alimentar a tu bebé es cuando a ambos les sirva, depende de cada niño, si se despierta muy activo a veces el mejor momento es al mediodía y otras veces si la madre trabaja, la noche es el momento más adecuado. A veces hay que probar distintos horarios hasta encontrar el correcto para cada familia.
Lo importante es mantener una rutina hasta que el niño esté en condiciones de incorporar la segunda comida a su dieta.
A partir del año de vida, los niños deberían compartir la mesa familiar y comer los mismos alimentos que consume el resto de la familia.
Hay que tener muy en cuenta que la incorporación de los hábitos alimentarios saludables hay que fomentarlos desde los primeros años de vida. Siendo los padres un ejemplo a seguir para sus hijos.
Dra. Valeria Blumetti.
M.N. 101859