Es frecuente que en alguna consulta con el pediatra de cabecera, o un médico de guardia, se ausculte un soplo cardíaco. Situación que puede generar angustia en los padres y muchas preguntas: ¿se trata de algo grave?, ¿cómo no se auscultó antes?, etc.
Por medio de un estetoscopio, el médico escucha los sonidos del corazón, para evaluar su estado. Cuando hay un soplo cardíaco se produce un sonido extra. La mayoría de los soplos no deben ser motivo de preocupación y no repercuten sobre la salud del niño.
En ocasiones son sólo el resultado de un flujo sanguíneo normal que circula por un corazón normal con más velocidad (soplo funcional o inocente). Son frecuentes, 6 de cada 10 niños pueden presentar un soplo inocente en alguna etapa de su crecimiento. En algunos casos se produce por fiebre, deshidratación o anemia que hacen que el corazón lata más rápido y por lo tanto genere más ruido. Suelen desaparecer por sí solos conforme el niño va creciendo y no suponen ningún riesgo para la salud.
En otros casos, un soplo puede indicar una alteración en la estructura del corazón que puede ser de nacimiento o adquirida (soplos orgánicos). En este caso el soplo se produce por el pasaje de sangre por pequeñas comunicaciones que persisten luego del nacimiento o por válvulas que están más estrechas. Los soplos orgánicos son infrecuentes.
La mayoría de los soplos durante la infancia son inocentes. En algunos casos el pediatra puede considerar necesario programar la consulta con el cardiólogo para terminar de definir la normalidad del soplo.
Los soplos inocentes se auscultan en corazones sanos por lo que puede realizar actividad diaria y actividad física normal. Los soplos orgánicos dependerán de cada caso pero en su mayoría no limitan la actividad recreativa del niño.
Es bastante común que se descubra un soplo durante un chequeo, incluso cuando no se escuchó antes. Los soplos funcionales suelen aparecer y desaparecer, dependiendo del ritmo cardíaco, la posición durante el examen y la presencia de fiebre. Algunos soplos nuevos pueden indicar una afección cardíaca de corta data.
Recordar que un soplo cardíaco es el resultado de un examen, no una enfermedad. El pediatra de su hijo y un cardiólogo infantil pueden determinar si el soplo es funcional (lo cual significa que su hijo está sano) o si existe un problema cardíaco específico. En caso de que haya un problema, un cardiólogo infantil aconsejará el tratamiento adecuado.
Dra. Carina Maciá
MN 145.913