Se acerca la época de comenzar a planificar las vacaciones en familia, y la decisión se complica cuando los padres deben decidir si viajar en avión o no con niños pequeños. En esta nota les brindamos algunos consejos prácticos.


¿A partir de qué edad pueden viajar los niños?

La edad no es un factor que inhabilite a los niños para viajar en avión. Sin embargo se recomienda, de no tratarse de un viaje impostergable, realizarlo luego de las 6 semanas de vida del bebe.

¿Deben pedir un asiento especial o pueden viajar a upa?

Los bebes de 0 a 2 años viajan sin ocupar asiento. Pueden viajar en el regazo de sus padres, pero la mayoría de las aerolíneas para vuelos internacionales tienen cunas y sillas portabebés especialmente diseñadas para el viaje aéreo. Los niños mayores a 2 años viajan ocupando asiento junto a sus padres.

¿Sufren Jet Lag los pequeños?

Al igual que las personas mayores, los bebes pueden tener trastornos en sus rutinas de sueño y alimentación en viajes largos con diferencia horaria significativa.

Algunos consejos:

  • Hacer que los niños duerman en el avión: el día antes de partir despertarlos más temprano que lo habitual o dejarlos quedarse un poco más tarde para que no sea tan brusco el cambio de horario en el destino.
  • Intentar que el bebe duerma siestas más cortas que las habituales durante el día en el lugar de destino, estimulando así paulatinamente a incrementar el sueño nocturno.
  • Adaptar las ingestas principales a los horarios del lugar de destino.

¿Hay que pedir algún alimento especial?

Aunque en los aviones hay restricciones en cuanto al transporte de líquidos, esto no rige para los alimentos de los bebes como leche maternizada o jugos.
Si el bebe solo toma biberones, calcule cuantos necesita para todo el viaje y al menos dos más por posibles retrasos. Las papillas y los purés deberán llevarlos preparados, ya que por lo común las compañías no ofrecen este tipo de comida a bordo.

¿Qué pasa con los chicos que sufren de los oídos?

En los aviones modernos se cuenta con un sistema de presurización muy seguro, que solo causa cambios de presión de la cabina notorios en los momentos de despegue y aterrizaje. Esto puede producir cambios temporarios en la presión del oído medio que desencadenan molestias y taponamiento. Para ayudar a equilibrar esos cambios hay que estimular la deglución en el despegue y aterrizaje (un biberón o vaso de agua es suficiente). Los niños que sufren una otitis media aguda, no tienen contraindicado viajar.

Ante un niño enfermo se recomienda consultar a su pediatra de cabecera si sugiere o no posponer el viaje.

Dr. Ariel Almada
M.N. 116.474