La experiencia de un hijo en el Sanatorio
Como padres nunca imaginamos que nuestro hijo pueda atravesar una experiencia de internación. Es algo para lo cual, generalmente, no estamos preparados.
El recibir la noticia por parte del médico muchas veces angustia y nos llena de preguntas difíciles de responder: ¿Cómo se lo digo? ¿Cómo lo vivirá? ¿Cómo se adaptará? ¿Le afectará? Son algunas de las cuestiones que nos preocupan, sumadas a la buena evolución y tratamiento para lo cual fue internado nuestro hijo.
Teniendo en cuenta que los niños cuentan con menos recursos que los adultos y son más vulnerables, dependiendo de la edad, etapa evolutiva, grupo familiar, internaciones anteriores, entre otros, nace el Servicio de Juego Terapéuticoen la Clínica Olivos, con el fin de atender las necesidades emocionales del paciente pediátrico y de su familia.
El servicio está integrado por psicólogas especializadas en internación y se enmarca dentro de un trabajo multidisciplinario que involucra a todo el equipo de profesionales de la salud que trabaja dentro del Servicio de Pediatría (pediatras clínicos, terapistas, enfermeros y psicólogas).
El Servicio de Juego Terapéutico tiene por objetivo minimizar los efectos de la internación, ayudando a los niños y a sus familias a superar los retos que ésta impone, generando a su vez un aprendizaje que los enriquecerá para situaciones futuras.
Su principal objetivo es lograr que la internación resulte para el niño o adolescente una experiencia lo más positiva y cálida posible, con el fin de que el bienestar emocional acompañe la buena evolución de la enfermedad.
¿De qué manera? Nuestra atención se centra en ayudar al niño o adolescente y a su familia a comprender qué pueden esperar durante su estadía, lo cual les brinda mucha seguridad y estrategias para afrontar la situación, usando técnicas lúdicas y un lenguaje adaptado a la edad de cada paciente, acorde a las necesidades específicas de cada grupo familiar.
¿Qué es el juego terapéutico?
El juego terapéutico se diferencia del "jugar por jugar" ya que hay un especialista detrás que hace una mirada y lectura particular del juego del niño, juego que habla y permite una interpretación (porque ofrece la posibilidad de producir la expresión emocional y energía que conduce a mayor bienestar psicológico del niño en el sanatorio).
El juego es esencial en el desarrollo del niño y se vuelve más significativo cuando los adultos participan. Brinda oportunidades de comunicar sentimientos, preocupaciones, malentendidos en su propio idioma y utiliza tanto la expresión verbal como conductual. Enseña a los niños a manejar el mundo e interactuar con el medio ambiente.
Para dar un ejemplo, los juegos en relación a lo médico, dónde el niño se ubica en el lugar de actor, como doctor, vivenciando la experiencia de manera activa, le permite familiarizarse con los materiales, favoreciendo esto su cooperación posterior en la experiencia concreta, ya que el niño la vive de manera menos tensa (ya sabe de qué se trata).
Durante el juego el niño es alentado a hacer preguntas para aclarar conceptos erróneos y expresar los sentimientos relacionados a sus miedos y preocupaciones. Las actividades dependen de las necesidades del niño. Puede tomar muchas formas.
Cirugía programada
Una guía para padres
Las intervenciones suelen muchas veces, más allá de que se planifiquen con tiempo, generar mucha incertidumbre a la hora de comunicárselo a nuestro hijo.
Los niños muestran un amplio rango de reacciones ante éstas, dependiendo de la edad, personalidad, intervenciones anteriores, familia, entre otros factores.
Es imposible eliminar todos los factores displacenteros, aunque quisiéramos. Pero, afortunadamente, existen muchas maneras de ayudar a los padres y a los niños a afrontarlos de la mejor manera posible. Una buena preparación antes de una experiencia médica puede reducir el miedo y el stress, brindar mayor control al niño y ayudar a padres y chicos a lidiar de manera efectiva con dichas experiencias.
Esta Guía del Servicio de Juego Terapéutico de Pediatría de la Clínica Olivos tiene por objetivo acompañar a padres y familiares y brindar herramientas útiles e información respecto a caminos específicos para ayudar al niño o adolescente a lidiar con los procedimientos y con la estancia en la clínica.
» Cuándo y cómo comunicarlo
Elija un momento calmo para hablar y utilice un tono de voz tranquilo y relajado. Cuéntele a su hijo/a que irá a la clínica para una operación, test o procedimiento y hágale saber que siente que es lo correcto que hay que hacer. Transmítale seguridad y convencimiento. Los niños generalmente pueden percibir cómo se sienten sus padres respecto a la internación o procedimiento. Si se muestra convencido/a, él/ella estará tranquilo. Intente evitar transmitirle su angustia y/o miedos. Disípelos con el profesional de la salud que atenderá a su hijo.
» Ofrecer un espacio de expresión al niño
Pregúntele a su hijo qué sabe o imagina respecto a la clínica. Escuche cuáles son sus sentimientos, fantasías, temores al respecto e invítelo a hablar de ellos. Comience por lo que parece ser más preocupante para él/ella.
Es muy útil contarle cuál es la función de la clínica y sus profesionales. Por ejemplo: “La clínica es un lugar donde personas de todas las edades van cuando sus cuerpos necesitan alguna ayuda para estar bien”, “los doctores y enfermeros saben muchísimo sobre el funcionamiento del cuerpo, nos ayudan a sentirnos mejor y saludables”.
» Comunicarle información clara y real le brinda seguridad
Hágale saber al niño por adelantado si sabe cuál será la intervención que se le realizará, inclusive si será un procedimiento que le generará alguna incomodidad. Esto le dará al niño un sentimiento de confianza. Utilice un lenguaje concreto, accesible y claro, acorde a su edad e invítelo a preguntar para asegurarse que haya comprendido lo que le ha contado.
Intente brindarle información acotada a su etapa de desarrollo, que no exceda su capacidad de comprensión. Brindar demasiados detalles puede confundirlo y preocuparlo. Focalizarse en lo que él percibirá ayuda a delinear qué comunicarle.
» Utilizar un lenguaje amigable debilita los miedos
Comuníquese con expresiones neutras y suaves al describir los procedimientos. Por ejemplo: “La enfermera deslizará la aguja dentro de tu brazo” en lugar de “te pinchará” o “te introducirá”.
» Anticiparse a la situación reduce la ansiedad
Cuéntele cómo es posible que se sienta antes, durante y después de la intervención. Por ejemplo puede explicarle qué verá, escuchará, sentirá. No realice promesas que no pueda cumplir ni le brinde falsas expectativas, por ejemplo: “no dolerá nada”, cuando sí le generará algún tipo de molestia. Es mejor que sepa qué sucederá así puede anticiparse y sentir mayor sensación de control, aunque no todo le resulte placentero.
» Llevar objetos de su casa hace de la clínica un espacio más familiar
Preparen juntos el bolso e invítelo a llevar objetos personales para él así se siente más confortable durante su estancia.
» Hágale sentir que no solo a él le sucede
Hágale saber al niño que es normal que sienta temor, angustia, preocupaciones. Todas las personas de diferentes edades que visitan el sanatorio sienten estas emociones. Por otro lado es bueno que le comente que a otros niños también le sucedió lo mismo que a él, así no siente que él es el único o diferente.
Fuentes:
» Los juegos infantiles no son tales juegos, sino sus más serias actividades
Michel E. De Montaigne (1533.1592) | Escritor y Filósofo francés
» Lic. Carolina Micha
Psicóloga MN 27874 | Coordinadora del Servicio de Juego Terapéutico